miércoles, 31 de octubre de 2012

La muerte yo y la vida.

Te acepto el reto... Muerte


Aunque te respeto, no deseo que a mi vida entres... Muerte.

Aunque envuelves mi pensar en ocasiones no quiero verte... Muerte.

Aunque la vida tiene un final que le llamamos muerte... mucho queda por hacer y mi lucha contra ti es fuerte.

Recuerdo mi nacer que con vida marcó mi paso diferente, la alegría me arropó y de niño me hizo no temerte.

Adolescente fui y tuve la osadía de querer vencerte y en mi juventud el saber de la experiencia hacer entenderte.

Entender que la vida con sentido, dificulta tu llegar... Muerte.

Aprendí que la ley de la vida es encuentro en un final contigo... Muerte.

Comprendí que mi forma de vivir, intensa y arriesgada te retó con la frecuencia de un demente...

Aprendí que la lucha no es para vencerte, sino a llegar a ti, cuando la vida ¡yace inerte!

Aprendí que en el espacio que llamamos vida, el tiempo no regresa y ahí empezamos a tenerte.

Aprendí que el deseo de vivir no es para vencerte, mas cuando se pierde, la espera es larga en la llamada
a tenerte.

Aprendí entre el pelo cano y la mirada fatigada a no temerte en el espacio tiempo, entendí no recuperar la vida... por vencerte.

Nací y morí en el minuto día, mil veces diferente.
Sentí y viví muchas veces de modo incongruente
y con la sabia palidez de haber vivido diferente. 
Hoy,
con mi mirar de frente...
Te acepto
el reto de llegar... Muerte.

Rogelio Hernández